viernes, 13 de mayo de 2011

Democracia y República

Javier Paz García
La democracia en un sentido estricto es el gobierno de la mayoría. La república por otro lado, es un concepto más amplio; Wikipedia la define como “un sistema político que se fundamenta en el imperio de la ley (constitución) y la igualdad ante la ley como la forma de frenar los posibles abusos de las personas que tienen mayor poder, del gobierno y de las mayorías, con el objeto de proteger los derechos fundamentales y las libertades civiles de los ciudadanos”.
Los conceptos de democracia, Estado de Derecho, igualdad ante la ley, son partes de una república, en cambio un gobierno democrático, no necesariamente implica un Estado republicano. Ejemplos contemporáneos son Venezuela, Bolivia y Ecuador donde líderes populares que han llegado al poder mediante el apoyo de las mayorías en procesos democráticos, han acabado con el Estado de Derecho y han convertido al sistema judicial y a las fuerzas del orden en instrumentos de represión y persecución política. Estrictamente, estos gobiernos no han dejado de ser democráticos, después de todo, los atropellos que han cometido han tenido la aprobación tácita o explícita de la mayoría de sus respectivas poblaciones. Es por ello, que siendo despóticos y antirrepublicanos se vanaglorian (con cierta razón) de ser democráticos. Y precisamente usan como argumento la democracia, en el sentido estricto de apoyo de las mayorías mediante las urnas, para acabar con la república.
Es claro entonces que el concepto estricto de democracia abre la puerta a que las mayorías circunstanciales cometan abusos contra las minorías. Las instituciones republicanas precisamente tienen como objetivo evitar los abusos de cualquier grupo hacia otros, permitiendo gobiernos democráticos en manos de las mayorías, pero con igualdad ante la ley para todos y protección universal de ciertos derechos civiles y políticos.
En la actualidad existe una tendencia de sustituir la palabra “república” y reemplazarla por “democracia”. Incluso quienes defendemos el Estado de Derecho y la igualdad ante la ley a menudo englobamos todos estos conceptos dentro de la palabra “democracia”. Creo que cometemos un error al hacerlo por los motivos antes expuestos. Sin importar las tropelías que cometan los gobiernos autoritarios, el haber accedido al poder mediante las urnas les da cierta aureola democrática y mientras el debate se centre sobre si son gobiernos democráticos o no, tendrán un sólido argumento para sostener que sí lo son: los resultados electorales. En cambio, difícilmente podrían sostener una defensa de sus credenciales republicanas.
Los gobiernos despóticos son esencialmente antirrepublicanos, y lo primero que hacen al llegar al poder es destruir las instituciones republicanas hasta acabar con la república y convertirla en un feudo del caudillo. En Bolivia, en un raro acto de honestidad intelectual, el gobierno de Evo Morales eliminó incluso la palabra “República” del nombre oficial de la Nación. El cambio no fue para nada fortuito.
Santa Cruz de la Sierra, 12/05/11
http://javierpaz01.blogspot.com/

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