Javier Paz García
Así titula una nota de la revista brasileña Veja que en su edición del 18 de febrero de 2009 hace un balance de los diez años del gobierno de Hugo Chávez, con muy malos resultados para Venezuela.
La nota da cuenta que entre 1998 y el 2008 la producción de petróleo descendió 32%, de 3,4 millones de barriles diarios a 2,3 millones; la inversión externa se redujo un 77%, de 4,9 mil millones de dólares a 1,1 mil millones; el número de industrias disminuyó un 36%, de 11.117 a 7.093; la inflación aumentó de 29% a 32%; el número de homicidios se incrementó un 166%, de 18 homicidios por cada 100.000 habitantes a 48; el déficit habitacional se incrementó un 108%, de 1,2 millones de casas a 2,5 millones; el gasto militar aumentó 175% de 1,2 mil millones de dólares a 3,3 mil millones; el número de funcionarios públicos se incrementó en 50%, de 1,4 millones a 2,1 millones; el empleo en las industrias se redujo un 23%, de 449.636 a 345.168; y el gasto público aumentó un 85%, del 21% del PIB al 39%.
La nota nos relate como la estatal petrolera PDVSA está copada por militantes chavistas sin ningún perfil técnico y el número de funcionarios ha ido en constante aumento durante los últimos años para dar trabajo a los miembros del partido, por lo tanto no es de extrañarse que la producción haya bajado. La criminalidad ha aumentado y existen un sinnúmero de milicias chavistas que actúan con total impunidad. Venezuela se ha convertido en el país más corrupto de América del Sur y las políticas de Chávez han destruido a la industria nacional por lo que casi todo tiene que ser importado.
Con estos resultados no es difícil estar de acuerdo con Veja cuando afirma que “[e]n una década de gobierno, Chávez destruyó la economía y dividió al país”.
Hace poco tuve la oportunidad de conversar con algunos jóvenes venezolanos con quienes nos unió la tristeza compartida de ver a nuestros países transitar el camino del fracaso y el empobrecimiento. Las historias que ellos cuentan son similares a las que podrían contar muchos bolivianos: persecuciones, presos políticos, grupos armados por el gobierno, enfrentamientos entre civiles alentados por el gobierno, cárcel para los opositores e impunidad para los chavistas, fraude electoral, corrupción como nunca antes, chavistas enriqueciéndose con dineros del Estado, pobreza como nunca antes y un país dividido como nunca antes.
¿En qué quedará Venezuela con diez años más de Chávez?
Santa Cruz de la Sierra, 28/02/09
sábado, 28 de febrero de 2009
viernes, 27 de febrero de 2009
Evo trabaja para la CIA
Javier Paz García
“Usted replicará que la realidad no tiene la menor obligación de ser interesante. Yo le replicaré que la realidad puede prescindir de esa obligación, pero no las hipótesis” – le dijo el perspicaz detective Erik Lönnrot al comisario Treviranus, dos personajes de un cuento de Borges.
Evo Morales (quien seguramente leyó este cuento de Borges) parece haber aplicado el mismo razonamiento de Lönnrot para el caso YPFB, y prefirió relegar lo verosímil a lo fantástico.
Yo también, siguiendo a Lönnrot me atrevo a lanzar la siguiente conjetura: Evo trabaja para la CIA.
Una característica del latinoamericano es su fatalismo. El latinoamericano nunca está en control de su destino y de sus acciones; es el más acérrimo determinista. Por eso los latinoamericanos nos podemos dar el lujo de ser pobres y atrasados, total, si no es nuestra culpa (nada es nunca nuestra culpa). Por eso en Latinoamérica siempre va a ser más popular un Eduardo Galeano con sus “Venas abiertas de América Latina” a un Álvaro Vargas Llosa, Plinio Apuleyo y Carlos Alberto Montaner con su “Manual del perfecto idiota latinoamericano”. El primero nos dice que nosotros somos unas santas palomas que fuimos engañados en nuestra buena fe, que otros nos robaron los recursos, nos explotaron y toda esa cantaleta que tanto nos gusta. Los segundos nos dicen que nosotros tenemos la culpa de nuestro atraso, pero que si tomamos las acciones correctas por un periodo de tiempo suficientemente largo, podemos salir del pozo. Por supuesto, el primero nos reconforta y alivia al librarnos de toda culpa, mientras que los segundos nos causan dolor. El primero nos llama a odiar a extranjeros, los segundos a mirarnos a nosotros mismos.
Y yo como buen latinoamericano que soy, me inclino por Galeano, tomo el camino fácil y concluyo que existe una conspiración del imperio para mantener a nuestros países en la pobreza. Después de todo, gobiernos tan paupérrimos como los de un Evo Morales, un Hugo Chávez, dos Kirchner, un Correa, un Fidel Castro no pueden ser obra de nuestros propios pueblos. ¡No podríamos ser tan masoquistas! Es por ello que la única hipótesis posible es que la CIA los ha puesto en el poder para mantener a nuestros países pobres y subyugados (la retórica antiamericana de estos presidentes y la expulsión de embajadores y funcionarios de las embajadas yankee es un show armado para despejar toda duda con respecto a la existencia del complot).
Y el plan yankee funciona de maravilla, porque este pobre continente cada día está peor.
Pero bueno, yo tengo el “latinoamericanísimo” consuelo de decir que no es culpa mía.
Santa Cruz de la Sierra, 26/02/09
“Usted replicará que la realidad no tiene la menor obligación de ser interesante. Yo le replicaré que la realidad puede prescindir de esa obligación, pero no las hipótesis” – le dijo el perspicaz detective Erik Lönnrot al comisario Treviranus, dos personajes de un cuento de Borges.
Evo Morales (quien seguramente leyó este cuento de Borges) parece haber aplicado el mismo razonamiento de Lönnrot para el caso YPFB, y prefirió relegar lo verosímil a lo fantástico.
Yo también, siguiendo a Lönnrot me atrevo a lanzar la siguiente conjetura: Evo trabaja para la CIA.
Una característica del latinoamericano es su fatalismo. El latinoamericano nunca está en control de su destino y de sus acciones; es el más acérrimo determinista. Por eso los latinoamericanos nos podemos dar el lujo de ser pobres y atrasados, total, si no es nuestra culpa (nada es nunca nuestra culpa). Por eso en Latinoamérica siempre va a ser más popular un Eduardo Galeano con sus “Venas abiertas de América Latina” a un Álvaro Vargas Llosa, Plinio Apuleyo y Carlos Alberto Montaner con su “Manual del perfecto idiota latinoamericano”. El primero nos dice que nosotros somos unas santas palomas que fuimos engañados en nuestra buena fe, que otros nos robaron los recursos, nos explotaron y toda esa cantaleta que tanto nos gusta. Los segundos nos dicen que nosotros tenemos la culpa de nuestro atraso, pero que si tomamos las acciones correctas por un periodo de tiempo suficientemente largo, podemos salir del pozo. Por supuesto, el primero nos reconforta y alivia al librarnos de toda culpa, mientras que los segundos nos causan dolor. El primero nos llama a odiar a extranjeros, los segundos a mirarnos a nosotros mismos.
Y yo como buen latinoamericano que soy, me inclino por Galeano, tomo el camino fácil y concluyo que existe una conspiración del imperio para mantener a nuestros países en la pobreza. Después de todo, gobiernos tan paupérrimos como los de un Evo Morales, un Hugo Chávez, dos Kirchner, un Correa, un Fidel Castro no pueden ser obra de nuestros propios pueblos. ¡No podríamos ser tan masoquistas! Es por ello que la única hipótesis posible es que la CIA los ha puesto en el poder para mantener a nuestros países pobres y subyugados (la retórica antiamericana de estos presidentes y la expulsión de embajadores y funcionarios de las embajadas yankee es un show armado para despejar toda duda con respecto a la existencia del complot).
Y el plan yankee funciona de maravilla, porque este pobre continente cada día está peor.
Pero bueno, yo tengo el “latinoamericanísimo” consuelo de decir que no es culpa mía.
Santa Cruz de la Sierra, 26/02/09
sábado, 21 de febrero de 2009
Bolivia: una mirada panorámica
Javier Paz García
El referéndum constituyente
Bolivia aprobó su nueva constitución el 25 de enero de este año. Los resultados fueron un 61,43% a favor de la constitución y un 38,57 en contra. Sin embargo los resultados a nivel departamental muestran una vez más que el país está dividido en dos bloques. En los departamentos del occidente gana el “sí” a la constitución: en La Paz con 78%, en Cochabamba 65%, en Oruro 74%, en Potosí 80%. Por otro lado en el oriente del país los resultados se revierten: en Tarija gana el “no” con 57%, en Santa Cruz con 65%, en Pando con 60% y en Beni con 67%. En Chuquisaca existe un virtual empate técnico donde gana el “sí” con 51,54% contra 48,46% por el “no”.
La mayoría de los analistas coinciden en que este referéndum constituyente representaba un plebiscito sobre Evo Morales, y que de hecho, la mayoría de la población no conocía los contenidos de la constitución a ser votada. Desde esta perspectiva, el referéndum es una victoria parcial de Morales. En el referéndum revocatorio 2008 Morales obtuvo un 67,4%, mientras que en el referéndum constituyente el resultado fue de 61,4%, lo que significa un retroceso o estancamiento. Por otro lado, los resultados pueden no ser fidedignos 1) por causa del fraude electoral que existió pero que no se puede medir, y 2) por causa de la cantidad de propaganda política que el partido de gobierno y el gobierno gastaron promocionando el “sí”. Con respecto al tema del fraude, el artículo “Una salva de cohetes” del analista Humberto Vacaflor publicada en el periódico La Razón (15/02/09) contiene algunos datos interesantes sobre el referéndum constituyente de enero. Parte de la nota dice: “La participación histórica de los electores del área rural andina era de 69%, pero esta vez llegó a 97%. En agosto pasado, se presentó ya en Bolivia un hecho insólito en todo el mundo: 300 mesas tuvieron 100% de asistencia. Pues bien, en enero llegaron a 800 esas mesas. Eso no es insólito, es un milagro. Los votantes rurales se multiplican como conejos. En Sacaba, en tres años los votantes pasaron de ser 28.000 a ser 48.000. Los votos válidos (que fueron borrados de los extractos de la CNE en internet, pero que Luis los tiene) muestran un incremento en números redondos, hechos con torpeza, en el área rural andina”.
Esta constitución fue impuesta por un solo partido y es rechazada por una parte importante de la población, por lo que es muy poco probable que dure más allá de lo que dure el gobierno de Evo Morales.
Elecciones generales en diciembre de 2009
Pero incluso aceptando el fraude y la intensa campaña electoral, es imposible negar que Evo Morales sigue disfrutando de una alta popularidad entre los votantes bolivianos.
En diciembre de 2009 el país tendrá elecciones generales, donde se elegirá al Presidente, Vicepresidente y a todos los miembros del Congreso, ahora llamado Asamblea Plurinacional, por lo tanto este será un año electoral. Una de las características de este gobierno es estar siempre en campaña y Morales ya promulgó un decreto permitiendo el voto en el extranjero. Este decreto es una clara violación de la Constitución recientemente aprobada y por la cual el mismo Evo Morales hizo campaña, ya que la misma es clara al referirse a que el voto en el extranjero debe ser normado por Ley y no por decreto. El empeño que pone el partido de gobierno para obtener el voto de los bolivianos, llegando incluso hasta el extremo de incumplir su propia constitución se entiende como la constatación por parte de Evo, que su partido está perdiendo votos en el país y que los podría compensar con el voto en el exterior. La oposición no está muy dispuesta a permitir el voto en el exterior, argumentando principalmente la falta de controles, y la posibilidad de fraude. Esta preocupación no tiene nada de infundada, ya que dentro de Bolivia se han denunciado casos de doble carnetización (la diputada Ninoska Lazarte comprobó por sí misma la denuncia y ha hecho una serie de denuncias al respecto). También se sabe de la penetración de elementos venezolanos en los registros de identificación personal y fallas o manipulaciones en el registro civil y el padrón electoral.
La nueva constitución
En términos generales la constitución recientemente aprobada por los bolivianos retoma el rol del Estado en la economía, convirtiéndolo en el principal responsable y promotor del desarrollo económico y relegando al sector privado a un rol marginal. En este sentido Bolivia retrocede a un sistema estatista que ya ha sido probado en el pasado con pobres resultados.
Con la nueva constitución Bolivia tiene dos sistemas judiciales: la justicia ordinaria, que ha tenido hasta ahora y la justicia comunitaria. No está claro cómo van a interactuar estas dos formas de justicia.
La nueva constitución incorpora 4 niveles de autonomía: la municipal, la regional, la departamental y la indígena. Los sectores autonomistas del oriente argumentan que la incorporación de autonomías indígena y regionales es una forma de diluir la autonomía departamental y debilitar a la oposición y que además, la autonomía departamental, tal y como está en el proyecto de constitución, no llena las expectativas de las regiones autonomistas.
La nueva constitución contiene contradicciones reconocidas por los propios miembros del MAS y muchos la consideran impracticable. Esto, junto con un alto nivel de rechazo va a complicar su aplicación. Por otro lado el Poder Ejecutivo no da un buen ejemplo cuando apenas estrenada, empieza a transgredirla ignorando fallos judiciales o emitiendo decretos inconstitucionales.
Los arrestos en Pando
El 18 de febrero en el departamento de Pando miembros de las FFAA bolivianas ingresaron entre la media noche y las 4 de la mañana a varios hogares y arrestaron a aproximadamente una docena de ciudadanos. Este acto es una clara violación de derechos humanos establecidos en la actual constitución (art. 25 y 114) y en varios tratados internacionales sobre la inviolabilidad del hogar y las horas permitidas para arrestos.
Esto muestra que la tensión política va a persistir en el país, y que el gobierno va a continuar persiguiendo a quienes considere sus enemigo políticos, acatando aquellos artículos de la constitución que vea convenientes e ignorando aquéllos que considere inoportunos.
El Estado de Bienestar y la crisis económica
El populismo boliviano se ha beneficiado de ingresos fiscales extraordinarios en los últimos años. Las acciones más populares de Evo y sus banderas políticas han consistido en la creación o ampliación de bonos. Al Bonosol, un bono para ancianos creado en el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, Evo Morales le cambió el nombre a Renta Dignidad e incrementó la cantidad abonada. También creó el bono Juancito Pinto para niños que asisten a escuelas fiscales. La constitución recientemente aprobada promete salud gratuita para todos y una serie de beneficios sociales gratuitos. Estas políticas requieren un alto gasto fiscal que hasta ahora fue posible gracias a los ingresos por los altos precios del petróleo y las materias primas en general.
Con la llegada de la crisis económica mundial, los ingresos del Estado van a disminuir, mientras que los gastos tendrán que aumentar para poder cumplir las promesas electorales ahora constitucionalizadas. Esto tendrá como resultado déficit fiscales crónicos que pueden poner en riesgo la estabilidad macroeconómica boliviana. A esto hay que agregar que la nueva constitución acaba con la independencia del Banco Central y establece que sus políticas sean coordinadas con el Ministerio de Hacienda.
Hoy Bolivia tiene reservas internacionales suficientes como para mantener la estabilidad macroeconómica, pero las políticas rentistas y expansivas del gasto fiscal del actual gobierno, junto con una coyuntura internacional desfavorable puede revertir esa situación muy pronto.
Santa Cruz de la Sierra, 21/02/09
El referéndum constituyente
Bolivia aprobó su nueva constitución el 25 de enero de este año. Los resultados fueron un 61,43% a favor de la constitución y un 38,57 en contra. Sin embargo los resultados a nivel departamental muestran una vez más que el país está dividido en dos bloques. En los departamentos del occidente gana el “sí” a la constitución: en La Paz con 78%, en Cochabamba 65%, en Oruro 74%, en Potosí 80%. Por otro lado en el oriente del país los resultados se revierten: en Tarija gana el “no” con 57%, en Santa Cruz con 65%, en Pando con 60% y en Beni con 67%. En Chuquisaca existe un virtual empate técnico donde gana el “sí” con 51,54% contra 48,46% por el “no”.
La mayoría de los analistas coinciden en que este referéndum constituyente representaba un plebiscito sobre Evo Morales, y que de hecho, la mayoría de la población no conocía los contenidos de la constitución a ser votada. Desde esta perspectiva, el referéndum es una victoria parcial de Morales. En el referéndum revocatorio 2008 Morales obtuvo un 67,4%, mientras que en el referéndum constituyente el resultado fue de 61,4%, lo que significa un retroceso o estancamiento. Por otro lado, los resultados pueden no ser fidedignos 1) por causa del fraude electoral que existió pero que no se puede medir, y 2) por causa de la cantidad de propaganda política que el partido de gobierno y el gobierno gastaron promocionando el “sí”. Con respecto al tema del fraude, el artículo “Una salva de cohetes” del analista Humberto Vacaflor publicada en el periódico La Razón (15/02/09) contiene algunos datos interesantes sobre el referéndum constituyente de enero. Parte de la nota dice: “La participación histórica de los electores del área rural andina era de 69%, pero esta vez llegó a 97%. En agosto pasado, se presentó ya en Bolivia un hecho insólito en todo el mundo: 300 mesas tuvieron 100% de asistencia. Pues bien, en enero llegaron a 800 esas mesas. Eso no es insólito, es un milagro. Los votantes rurales se multiplican como conejos. En Sacaba, en tres años los votantes pasaron de ser 28.000 a ser 48.000. Los votos válidos (que fueron borrados de los extractos de la CNE en internet, pero que Luis los tiene) muestran un incremento en números redondos, hechos con torpeza, en el área rural andina”.
Esta constitución fue impuesta por un solo partido y es rechazada por una parte importante de la población, por lo que es muy poco probable que dure más allá de lo que dure el gobierno de Evo Morales.
Elecciones generales en diciembre de 2009
Pero incluso aceptando el fraude y la intensa campaña electoral, es imposible negar que Evo Morales sigue disfrutando de una alta popularidad entre los votantes bolivianos.
En diciembre de 2009 el país tendrá elecciones generales, donde se elegirá al Presidente, Vicepresidente y a todos los miembros del Congreso, ahora llamado Asamblea Plurinacional, por lo tanto este será un año electoral. Una de las características de este gobierno es estar siempre en campaña y Morales ya promulgó un decreto permitiendo el voto en el extranjero. Este decreto es una clara violación de la Constitución recientemente aprobada y por la cual el mismo Evo Morales hizo campaña, ya que la misma es clara al referirse a que el voto en el extranjero debe ser normado por Ley y no por decreto. El empeño que pone el partido de gobierno para obtener el voto de los bolivianos, llegando incluso hasta el extremo de incumplir su propia constitución se entiende como la constatación por parte de Evo, que su partido está perdiendo votos en el país y que los podría compensar con el voto en el exterior. La oposición no está muy dispuesta a permitir el voto en el exterior, argumentando principalmente la falta de controles, y la posibilidad de fraude. Esta preocupación no tiene nada de infundada, ya que dentro de Bolivia se han denunciado casos de doble carnetización (la diputada Ninoska Lazarte comprobó por sí misma la denuncia y ha hecho una serie de denuncias al respecto). También se sabe de la penetración de elementos venezolanos en los registros de identificación personal y fallas o manipulaciones en el registro civil y el padrón electoral.
La nueva constitución
En términos generales la constitución recientemente aprobada por los bolivianos retoma el rol del Estado en la economía, convirtiéndolo en el principal responsable y promotor del desarrollo económico y relegando al sector privado a un rol marginal. En este sentido Bolivia retrocede a un sistema estatista que ya ha sido probado en el pasado con pobres resultados.
Con la nueva constitución Bolivia tiene dos sistemas judiciales: la justicia ordinaria, que ha tenido hasta ahora y la justicia comunitaria. No está claro cómo van a interactuar estas dos formas de justicia.
La nueva constitución incorpora 4 niveles de autonomía: la municipal, la regional, la departamental y la indígena. Los sectores autonomistas del oriente argumentan que la incorporación de autonomías indígena y regionales es una forma de diluir la autonomía departamental y debilitar a la oposición y que además, la autonomía departamental, tal y como está en el proyecto de constitución, no llena las expectativas de las regiones autonomistas.
La nueva constitución contiene contradicciones reconocidas por los propios miembros del MAS y muchos la consideran impracticable. Esto, junto con un alto nivel de rechazo va a complicar su aplicación. Por otro lado el Poder Ejecutivo no da un buen ejemplo cuando apenas estrenada, empieza a transgredirla ignorando fallos judiciales o emitiendo decretos inconstitucionales.
Los arrestos en Pando
El 18 de febrero en el departamento de Pando miembros de las FFAA bolivianas ingresaron entre la media noche y las 4 de la mañana a varios hogares y arrestaron a aproximadamente una docena de ciudadanos. Este acto es una clara violación de derechos humanos establecidos en la actual constitución (art. 25 y 114) y en varios tratados internacionales sobre la inviolabilidad del hogar y las horas permitidas para arrestos.
Esto muestra que la tensión política va a persistir en el país, y que el gobierno va a continuar persiguiendo a quienes considere sus enemigo políticos, acatando aquellos artículos de la constitución que vea convenientes e ignorando aquéllos que considere inoportunos.
El Estado de Bienestar y la crisis económica
El populismo boliviano se ha beneficiado de ingresos fiscales extraordinarios en los últimos años. Las acciones más populares de Evo y sus banderas políticas han consistido en la creación o ampliación de bonos. Al Bonosol, un bono para ancianos creado en el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, Evo Morales le cambió el nombre a Renta Dignidad e incrementó la cantidad abonada. También creó el bono Juancito Pinto para niños que asisten a escuelas fiscales. La constitución recientemente aprobada promete salud gratuita para todos y una serie de beneficios sociales gratuitos. Estas políticas requieren un alto gasto fiscal que hasta ahora fue posible gracias a los ingresos por los altos precios del petróleo y las materias primas en general.
Con la llegada de la crisis económica mundial, los ingresos del Estado van a disminuir, mientras que los gastos tendrán que aumentar para poder cumplir las promesas electorales ahora constitucionalizadas. Esto tendrá como resultado déficit fiscales crónicos que pueden poner en riesgo la estabilidad macroeconómica boliviana. A esto hay que agregar que la nueva constitución acaba con la independencia del Banco Central y establece que sus políticas sean coordinadas con el Ministerio de Hacienda.
Hoy Bolivia tiene reservas internacionales suficientes como para mantener la estabilidad macroeconómica, pero las políticas rentistas y expansivas del gasto fiscal del actual gobierno, junto con una coyuntura internacional desfavorable puede revertir esa situación muy pronto.
Santa Cruz de la Sierra, 21/02/09
jueves, 19 de febrero de 2009
¿De qué nos rasgamos las vestiduras?
Javier Paz García
Leo azorado la nota “El precio de la credibilidad” de Ilya Fortún (La Razón, 19/02/09) y me pregunto donde ha vivido este señor los últimos tres años. Ésta hace referencia a una nota anterior suya titulada “Mierda” (La Razón, 5/02/09) donde “expresaba, con el hígado, con el estómago y con el corazón, la decepción y el desasosiego que todos experimentamos a raíz del escándalo protagonizado por el señor Santos Ramírez”. Luego habla sobre como existen algunos que, en cambio, se alegran por lo sucedido, porque ahora pueden decir que el MAS es tan corrupto como los anteriores partidos. “Así de grave es el rollo en el que el señor Ramírez ha metido al Gobierno, al MAS, al Presidente de la República” escribe Fortún. El artículo da a entender que hasta antes del escándalo en YPFB el actual gobierno era una maravilla, con pequeñas salvedades, liderando “un proceso tremendamente importante”.
Yo por mi parte diré que no estoy sorprendido de que exista corrupción en YPFB, lo que me sorprende es que la hayan encontrado (cosa que fue fortuita y de ninguna manera mérito del actual gobierno). Pero para explicarle al señor Fortún por qué no debería estar rasgándose las vestiduras, voy a referir algunos hechos tan graves o peores que los que motivan sus dos notas.
Cuando Alvarado fue presidente de YPFB, un funcionario de la Contraloría hizo un informe negativo sobre un contrato lleno de irregularidades y que ocasionaba daño económico al Estado. ¿Sabe que pasó señor Fortún? A Alvarado se lo “castigó” con una Embajada en Venezuela y al funcionario de la Contraloría se lo “premio” con una carta de despido. Este simple hecho, reviste mayor gravedad que el actual escándalo en YPFB, porque es precisamente la génesis del problema y muestra sin ninguna ambigüedad el compromiso del gobierno para luchar contra la corrupción (cero). ¿O cree usted que con ese precedente, va a existir algún otro funcionario suficientemente valiente y estúpido para hacer un informe negativo contra alguien del Gobierno? Por otro lado, Santos Ramírez estaba implicado en las visas chinas, en los avales, el narco asesor, pero Evo lo puso en YPFB. ¿Y los 33 camiones de Quintana?
Además, en este gobierno no solo existe corrupción, existe autoritarismo e irrespeto por las normas republicanas. La semana pasada, la Corte Departamental de La Paz, dio un fallo a favor de los importadores de autos usados, y el Ministro de Hacienda, convirtiéndose en Tribunal Constitucional, decide que el fallo es inconstitucional y que no lo va a acatar. Hace apenas unos días las FFAA secuestraron a pandinos, violando los derechos establecidos en la actual CPE (art. 25 y 114); sí, en la Constitución que Evo pidió, prometió cumplir y ya incumplió repetidas veces. El gobierno predica la intolerancia, la xenofobia y el racismo (lea el preámbulo de la CPE). Todo el proceso constituyente ha sido un abuso tras otro. La Contraloría, el BCB, YPFB están en manos de interinos leales. Lo de Pando es terrorífico, porque organizar, armar y transportar campesinos para que se maten con tal de acabar con un enemigo político es verdaderamente maquiavélico, y ahí sigue Quintana de Ministo. ¿Acaso no son estos motivos para rasgarse las vestiduras?
Antes de que salga a la luz lo de YPFB, creo que teníamos elementos para calificar al actual gobierno como el peor de todo el periodo democrático desde 1982, lo de YPFB es una cosa más, entre las tantas que han aparecido e irán apareciendo.
Así que por favor, no nos hagamos los tontos ni desentendidos y menos pretendamos estar sorprendidos “con el estómago” de YPFB, que este gobierno ha hecho peores cosas que robar 30 milloncitos.
La Paz, 19/02/09
Leo azorado la nota “El precio de la credibilidad” de Ilya Fortún (La Razón, 19/02/09) y me pregunto donde ha vivido este señor los últimos tres años. Ésta hace referencia a una nota anterior suya titulada “Mierda” (La Razón, 5/02/09) donde “expresaba, con el hígado, con el estómago y con el corazón, la decepción y el desasosiego que todos experimentamos a raíz del escándalo protagonizado por el señor Santos Ramírez”. Luego habla sobre como existen algunos que, en cambio, se alegran por lo sucedido, porque ahora pueden decir que el MAS es tan corrupto como los anteriores partidos. “Así de grave es el rollo en el que el señor Ramírez ha metido al Gobierno, al MAS, al Presidente de la República” escribe Fortún. El artículo da a entender que hasta antes del escándalo en YPFB el actual gobierno era una maravilla, con pequeñas salvedades, liderando “un proceso tremendamente importante”.
Yo por mi parte diré que no estoy sorprendido de que exista corrupción en YPFB, lo que me sorprende es que la hayan encontrado (cosa que fue fortuita y de ninguna manera mérito del actual gobierno). Pero para explicarle al señor Fortún por qué no debería estar rasgándose las vestiduras, voy a referir algunos hechos tan graves o peores que los que motivan sus dos notas.
Cuando Alvarado fue presidente de YPFB, un funcionario de la Contraloría hizo un informe negativo sobre un contrato lleno de irregularidades y que ocasionaba daño económico al Estado. ¿Sabe que pasó señor Fortún? A Alvarado se lo “castigó” con una Embajada en Venezuela y al funcionario de la Contraloría se lo “premio” con una carta de despido. Este simple hecho, reviste mayor gravedad que el actual escándalo en YPFB, porque es precisamente la génesis del problema y muestra sin ninguna ambigüedad el compromiso del gobierno para luchar contra la corrupción (cero). ¿O cree usted que con ese precedente, va a existir algún otro funcionario suficientemente valiente y estúpido para hacer un informe negativo contra alguien del Gobierno? Por otro lado, Santos Ramírez estaba implicado en las visas chinas, en los avales, el narco asesor, pero Evo lo puso en YPFB. ¿Y los 33 camiones de Quintana?
Además, en este gobierno no solo existe corrupción, existe autoritarismo e irrespeto por las normas republicanas. La semana pasada, la Corte Departamental de La Paz, dio un fallo a favor de los importadores de autos usados, y el Ministro de Hacienda, convirtiéndose en Tribunal Constitucional, decide que el fallo es inconstitucional y que no lo va a acatar. Hace apenas unos días las FFAA secuestraron a pandinos, violando los derechos establecidos en la actual CPE (art. 25 y 114); sí, en la Constitución que Evo pidió, prometió cumplir y ya incumplió repetidas veces. El gobierno predica la intolerancia, la xenofobia y el racismo (lea el preámbulo de la CPE). Todo el proceso constituyente ha sido un abuso tras otro. La Contraloría, el BCB, YPFB están en manos de interinos leales. Lo de Pando es terrorífico, porque organizar, armar y transportar campesinos para que se maten con tal de acabar con un enemigo político es verdaderamente maquiavélico, y ahí sigue Quintana de Ministo. ¿Acaso no son estos motivos para rasgarse las vestiduras?
Antes de que salga a la luz lo de YPFB, creo que teníamos elementos para calificar al actual gobierno como el peor de todo el periodo democrático desde 1982, lo de YPFB es una cosa más, entre las tantas que han aparecido e irán apareciendo.
Así que por favor, no nos hagamos los tontos ni desentendidos y menos pretendamos estar sorprendidos “con el estómago” de YPFB, que este gobierno ha hecho peores cosas que robar 30 milloncitos.
La Paz, 19/02/09
jueves, 12 de febrero de 2009
Voto en el exterior
Javier Paz García
Entre los primeros actos de Evo Morales una vez aprobada su constitución ha sido violarla, ya que la constitución establece que el voto en el exterior se regirá de acuerdo a Ley, y no de acuerdo a decreto. No deseo centrar la atención sobre este punto, después de todo, ninguna persona sensata podría haber pensado que Evo Morales iba a respetar la constitución que él pidió aprobar. Aquí el único motivo de asombro es la rapidez y la pompa con la que Morales incumple la constitución que el hizo a su medida y prometió cumplir.
Mi intención es más bien lanzar algunos elementos de análisis sobre la conveniencia de que Bolivia tenga voto en el exterior.
Bolivia no tiene un cuerpo diplomático profesional. Cada nuevo gobierno pone a sus militantes en las diferentes embajadas y consulados, y la actual administración no es la excepción. Por lo tanto no podemos garantizar el control y la supervisión multipartidaria para el voto en el exterior.
Las últimas elecciones en Bolivia han estado plagadas por denuncias de fraude, alteraciones al padrón electoral, al registro civil y al sistema de identificación personal, voto controlado y otras denuncias, sin que se haga algo significativo al respecto. Pues si dentro del país existe el fraude, afuera éste puede ser aun mayor. Este es un motivo muy poderoso para mirar con reojo la idea del voto en el exterior. El ahínco de Evo Morales por lograr el voto en el exterior, llegando incluso a violar su recién estrenada constitución, refuerza esta preocupación.
Pero al fin y al cabo estas son preocupaciones de forma, porque podríamos en teoría diseñar un sistema que reduzca la posibilidad de fraude.
Sin embargo existe una preocupación de fondo la cual quiero explicar con un ejemplo. Muchas tiendas de cristalería tienen un letrero que dice “si usted lo rompe, lo paga”. Si usted rompe un cristal, pues debe pagarlo. En cierto sentido la democracia es así, nosotros elegimos a nuestros gobernantes mediante el voto y pagamos las consecuencias ya sea de su buen o mal gobierno. Por ello, es que nuestro voto requiere cierto análisis y meditación. Sin embargo, para las personas que viven fuera, y en especial las que viven permanentemente, éste no es el caso. Ellos pueden votar por un Evo Morales, un Jerjes Justiniano o un Melgarejo y sin embargo no van a ser gobernados ni por el uno ni por el otro. Y por supuesto no van a tener que vivir las consecuencias de gobiernos desastrosos como el actual. Es decir, los bolivianos residentes en el extranjero pueden “romper sin pagar”. Dado que existe aproximadamente un tercio de nuestra población viviendo en el extranjero esto no es poca cosa. El voto en el extranjero puede significar que de ahora en adelante los presidentes de Bolivia se decidan por personas que no viven en Bolivia.
Es bonito ser populachero y hablar de lo democrático que es otorgar el voto a los residentes en el exterior, pero el voto implica una responsabilidad y un costo, y en este caso, quienes viven en afuera, no incurren en ningún costo al votar sobre los destinos de un país que les queda a miles de kilómetros.
La Paz, 12/02/09
Entre los primeros actos de Evo Morales una vez aprobada su constitución ha sido violarla, ya que la constitución establece que el voto en el exterior se regirá de acuerdo a Ley, y no de acuerdo a decreto. No deseo centrar la atención sobre este punto, después de todo, ninguna persona sensata podría haber pensado que Evo Morales iba a respetar la constitución que él pidió aprobar. Aquí el único motivo de asombro es la rapidez y la pompa con la que Morales incumple la constitución que el hizo a su medida y prometió cumplir.
Mi intención es más bien lanzar algunos elementos de análisis sobre la conveniencia de que Bolivia tenga voto en el exterior.
Bolivia no tiene un cuerpo diplomático profesional. Cada nuevo gobierno pone a sus militantes en las diferentes embajadas y consulados, y la actual administración no es la excepción. Por lo tanto no podemos garantizar el control y la supervisión multipartidaria para el voto en el exterior.
Las últimas elecciones en Bolivia han estado plagadas por denuncias de fraude, alteraciones al padrón electoral, al registro civil y al sistema de identificación personal, voto controlado y otras denuncias, sin que se haga algo significativo al respecto. Pues si dentro del país existe el fraude, afuera éste puede ser aun mayor. Este es un motivo muy poderoso para mirar con reojo la idea del voto en el exterior. El ahínco de Evo Morales por lograr el voto en el exterior, llegando incluso a violar su recién estrenada constitución, refuerza esta preocupación.
Pero al fin y al cabo estas son preocupaciones de forma, porque podríamos en teoría diseñar un sistema que reduzca la posibilidad de fraude.
Sin embargo existe una preocupación de fondo la cual quiero explicar con un ejemplo. Muchas tiendas de cristalería tienen un letrero que dice “si usted lo rompe, lo paga”. Si usted rompe un cristal, pues debe pagarlo. En cierto sentido la democracia es así, nosotros elegimos a nuestros gobernantes mediante el voto y pagamos las consecuencias ya sea de su buen o mal gobierno. Por ello, es que nuestro voto requiere cierto análisis y meditación. Sin embargo, para las personas que viven fuera, y en especial las que viven permanentemente, éste no es el caso. Ellos pueden votar por un Evo Morales, un Jerjes Justiniano o un Melgarejo y sin embargo no van a ser gobernados ni por el uno ni por el otro. Y por supuesto no van a tener que vivir las consecuencias de gobiernos desastrosos como el actual. Es decir, los bolivianos residentes en el extranjero pueden “romper sin pagar”. Dado que existe aproximadamente un tercio de nuestra población viviendo en el extranjero esto no es poca cosa. El voto en el extranjero puede significar que de ahora en adelante los presidentes de Bolivia se decidan por personas que no viven en Bolivia.
Es bonito ser populachero y hablar de lo democrático que es otorgar el voto a los residentes en el exterior, pero el voto implica una responsabilidad y un costo, y en este caso, quienes viven en afuera, no incurren en ningún costo al votar sobre los destinos de un país que les queda a miles de kilómetros.
La Paz, 12/02/09
miércoles, 4 de febrero de 2009
Bolivianas y bolivianos…
Javier Paz García
Bolivia siempre ha gustado de la cursilería y la grandilocuencia. Desde nuestra declaración de independencia en 1825 hasta el prólogo del desastre de constitución que acabamos de aprobar, estamos llenos de lirismos y frases rimbombantes más dignas de la literatura fantástica que de otra cosa.
La última moda en cursilería es la de, en un acto sublime de inclusión de género, hablar de “las bolivianas y los bolivianos”, “las ciudadanas y los ciudadanos”. No existe político, dirigente sindical o aspirante a populachero que no comience una sentencia sin referirse a “las bolivianas y bolivianos” (el género femenino primero, por supuesto).
Y si leemos nuestra poética constitución, veremos que ni los doctos asambleístas (o quienes hayan redactado la constitución, asunto que sigue en el misterio) se salvaron de la tentación de ser cursis (es que los populacheros nunca pueden pecar de cursis).
Por ejemplo, el artículo 3 nos cuenta que “[l]a nación boliviana está conformada por la totalidad de las bolivianas y bolivianos”; el artículo 14 nos habla de “las extranjeras y los extranjeros”. El artículo 15 dice que “[t]odas las personas, en especial las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física…” A lo que me pregunto, ¿a que se refieren con “en especial las mujeres”? ¿Acaso hay casos en las que los hombres pueden ser negados de ese derecho o es que esta es una de esas frases que alguien incluyó ahí pero que no significa nada?
El artículo 23 es interesante. Su inciso II dice “[s]e evitará la imposición a los adolescentes de medidas privativas de libertad…” Lo interesante de este inciso es que no mencionan a las adolescentes, por lo tanto, si nos guiamos por la costumbre de nombrar a ambos géneros, esto significa que este artículo excluye explícitamente a las adolescentes. El inciso VI del mismo artículo dice que “[l]os responsables de los centros de reclusión deberán llevar el registro de personas privadas de libertad”. Por supuesto, si algún centro de reclusión está en manos de mujeres, entonces no tienen que atenerse a este mandato constitucional.
Por suerte el artículo 26 da derechos políticos a “todas las ciudadanas y ciudadanos”; el 27 habla de “bolivianas y bolivianos residentes en el exterior”; el 48 de las “trabajadoras y los trabajadores”; el 51 de “las dirigentas (sic) y dirigentes”; el 58 de “la niña, niño y adolescente”. No se si existirán beneméritas de la Patria, pero el artículo 69 no las incluye, por lo que no podrán acceder a una pensión vitalicia. La sección X trata sobre los “derechos de las usuarias y usuarios y de las consumidoras y los consumidores” (cursilería exponencial).
Como la sección de educación habla de los docentes, pues, las docentes no tienen ningún privilegio otorgado por la constitución. Sigamos, el artículo 149 habla de “candidatas y candidatos”; el 152 de “las asambleístas y los asambleístas”; el 165 de la “Presidenta o el Presidente del Estado, la Vicepresidenta o el Vicepresidente del Estado y las Ministras o Ministros de Estado” (nótese que se elimina la palabra “República”). Y así más adelante encontramos a “las funcionarias y los funcionarios” y otros ejercicios en cursilería.
Pero bueno, “las bolivianas y los bolivianos” somos folclóricos, Bolivia es un país folclórico, y por lo tanto no hay nada más consecuente que tener una constitución cursi y folclórica.
La Paz, 04/02/09
Bolivia siempre ha gustado de la cursilería y la grandilocuencia. Desde nuestra declaración de independencia en 1825 hasta el prólogo del desastre de constitución que acabamos de aprobar, estamos llenos de lirismos y frases rimbombantes más dignas de la literatura fantástica que de otra cosa.
La última moda en cursilería es la de, en un acto sublime de inclusión de género, hablar de “las bolivianas y los bolivianos”, “las ciudadanas y los ciudadanos”. No existe político, dirigente sindical o aspirante a populachero que no comience una sentencia sin referirse a “las bolivianas y bolivianos” (el género femenino primero, por supuesto).
Y si leemos nuestra poética constitución, veremos que ni los doctos asambleístas (o quienes hayan redactado la constitución, asunto que sigue en el misterio) se salvaron de la tentación de ser cursis (es que los populacheros nunca pueden pecar de cursis).
Por ejemplo, el artículo 3 nos cuenta que “[l]a nación boliviana está conformada por la totalidad de las bolivianas y bolivianos”; el artículo 14 nos habla de “las extranjeras y los extranjeros”. El artículo 15 dice que “[t]odas las personas, en especial las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física…” A lo que me pregunto, ¿a que se refieren con “en especial las mujeres”? ¿Acaso hay casos en las que los hombres pueden ser negados de ese derecho o es que esta es una de esas frases que alguien incluyó ahí pero que no significa nada?
El artículo 23 es interesante. Su inciso II dice “[s]e evitará la imposición a los adolescentes de medidas privativas de libertad…” Lo interesante de este inciso es que no mencionan a las adolescentes, por lo tanto, si nos guiamos por la costumbre de nombrar a ambos géneros, esto significa que este artículo excluye explícitamente a las adolescentes. El inciso VI del mismo artículo dice que “[l]os responsables de los centros de reclusión deberán llevar el registro de personas privadas de libertad”. Por supuesto, si algún centro de reclusión está en manos de mujeres, entonces no tienen que atenerse a este mandato constitucional.
Por suerte el artículo 26 da derechos políticos a “todas las ciudadanas y ciudadanos”; el 27 habla de “bolivianas y bolivianos residentes en el exterior”; el 48 de las “trabajadoras y los trabajadores”; el 51 de “las dirigentas (sic) y dirigentes”; el 58 de “la niña, niño y adolescente”. No se si existirán beneméritas de la Patria, pero el artículo 69 no las incluye, por lo que no podrán acceder a una pensión vitalicia. La sección X trata sobre los “derechos de las usuarias y usuarios y de las consumidoras y los consumidores” (cursilería exponencial).
Como la sección de educación habla de los docentes, pues, las docentes no tienen ningún privilegio otorgado por la constitución. Sigamos, el artículo 149 habla de “candidatas y candidatos”; el 152 de “las asambleístas y los asambleístas”; el 165 de la “Presidenta o el Presidente del Estado, la Vicepresidenta o el Vicepresidente del Estado y las Ministras o Ministros de Estado” (nótese que se elimina la palabra “República”). Y así más adelante encontramos a “las funcionarias y los funcionarios” y otros ejercicios en cursilería.
Pero bueno, “las bolivianas y los bolivianos” somos folclóricos, Bolivia es un país folclórico, y por lo tanto no hay nada más consecuente que tener una constitución cursi y folclórica.
La Paz, 04/02/09
La necesidad de un nuevo pacto social
Javier Paz García
Muchos estaban de acuerdo que la constitución que tenía Bolivia hasta hace pocos días no servía y muchos estamos de acuerdo en que la actual constitución no sirve. Más allá de los argumentos que podamos dar a favor o en contra de la actual constitución, lo cierto es que no tiene la aprobación de una significativa parte de los bolivianos.
Por otro lado es poco probable que el actual gobierno esté dispuesto a trabajar en la búsqueda de una constitución consensuada para reemplazar a la actual. Sin embargo eso no quiere decir que la sociedad civil no pueda comenzar inmediatamente a trabajar en las bases de una nueva constitución.
Si queremos que nuestra siguiente carta magna sea razonablemente aceptable, es urgente comenzar a trabajar inmediatamente en ella. Alguno pensará que al actual partido de gobierno todavía le queda mucho tiempo en el poder y que por lo tanto no es urgente generar los debates y recopilar las ideas en torno a lo que significa un futuro pacto social. Yo sobre este punto respondería que los norteamericanos declararon su independencia en 1776 y tardaron más de una década en ponerse de acuerdo sobre su constitución; pero el trabajo valió la pena, los Estados Unidos mantiene la misma constitución con la que inició, con apenas algunas enmiendas. La moraleja es clara, a mayor tiempo que le dediquemos y a mayor consenso que construyamos, mayor es la probabilidad de tener una constitución que cumpla con su cometido.
Tengo la tentación de enumerar algunos puntos que una constitución más o menos decente debería incluir y algunos que debería excluir pero me voy a limitar a un único punto y creo que el más fundamental: debe ser fruto de un debate libre, abierto, amplio, profundo. Si la siguiente constitución (y podemos estar plenamente seguros que habrá una constitución posterior a la actual) cumple este requisito, y es fruto del debate y el consenso, entonces tal vez logremos paz social y estabilidad.
Y a los siguientes redactores les ruego, por favor, háganla tan breve como sea posible.
Antigua, 29/01/09
Muchos estaban de acuerdo que la constitución que tenía Bolivia hasta hace pocos días no servía y muchos estamos de acuerdo en que la actual constitución no sirve. Más allá de los argumentos que podamos dar a favor o en contra de la actual constitución, lo cierto es que no tiene la aprobación de una significativa parte de los bolivianos.
Por otro lado es poco probable que el actual gobierno esté dispuesto a trabajar en la búsqueda de una constitución consensuada para reemplazar a la actual. Sin embargo eso no quiere decir que la sociedad civil no pueda comenzar inmediatamente a trabajar en las bases de una nueva constitución.
Si queremos que nuestra siguiente carta magna sea razonablemente aceptable, es urgente comenzar a trabajar inmediatamente en ella. Alguno pensará que al actual partido de gobierno todavía le queda mucho tiempo en el poder y que por lo tanto no es urgente generar los debates y recopilar las ideas en torno a lo que significa un futuro pacto social. Yo sobre este punto respondería que los norteamericanos declararon su independencia en 1776 y tardaron más de una década en ponerse de acuerdo sobre su constitución; pero el trabajo valió la pena, los Estados Unidos mantiene la misma constitución con la que inició, con apenas algunas enmiendas. La moraleja es clara, a mayor tiempo que le dediquemos y a mayor consenso que construyamos, mayor es la probabilidad de tener una constitución que cumpla con su cometido.
Tengo la tentación de enumerar algunos puntos que una constitución más o menos decente debería incluir y algunos que debería excluir pero me voy a limitar a un único punto y creo que el más fundamental: debe ser fruto de un debate libre, abierto, amplio, profundo. Si la siguiente constitución (y podemos estar plenamente seguros que habrá una constitución posterior a la actual) cumple este requisito, y es fruto del debate y el consenso, entonces tal vez logremos paz social y estabilidad.
Y a los siguientes redactores les ruego, por favor, háganla tan breve como sea posible.
Antigua, 29/01/09
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