Javier
Paz García
Según
Evo Morales en Bolivia hay seguridad jurídica. Sucintamente, seguridad jurídica
significa que si hago un contrato, éste será respetado y en caso de
controversias, el sistema judicial actuará oportuna e imparcialmente para velar
por su cumplimiento o establecer reparaciones razonables; que si yo adquiero un
bien inmueble y alguien lo avasalla, el Estado actuará rápidamente para sacar
al avasallador; que si invierto en el país, el Estado no expropiará mis inversiones,
ni amenazará con hacerlo; que si produzco papa, soya, tomate, pollo, gaseosas,
plástico o lo que fuere, el Estado no me impondrá los precios, ni me limitará
su exportación; que si requiero un trámite ante el Estado puedo obtenerlo de
forma rápida y sin recurrir a coimas.
En
Bolivia no se cumple con nada de lo anterior y al contrario el país tiene un
sistema judicial que es una máquina de extorsión, donde un juez probo es una
rareza, donde los juicios los gana quien más coimas ofrece, donde hay presos
políticos, donde lotear y avasallar propiedad privada es un negocio rentable,
donde el presidente cambia la constitución a su gusto y la aplica o la ignora a
su conveniencia, donde las leyes son cambiadas continuamente e interpretadas
caprichosamente.
Y
si es evidente que Bolivia está lejos de ofrecer seguridad jurídica, la
afirmación de Morales puede ser interpretada de dos formas: 1) el presidente
miente conscientemente y 2) el presidente entiende otra cosa por seguridad
jurídica. Analicemos ambas alternativas. La hipótesis de que el presidente
miente de manera consciente no es descabellada, después de todo, ya ha
incurrido repetidas veces en mentiras descaradas. Las más notables son las
repetidas afirmaciones de que no se volvería a postular por un 3er periodo y
luego de que no se volvería a postular para un 4to periodo, pero no han sido
las únicas. Entonces nadie podría sorprenderse de que Evo Morales mienta para
atraer inversiones. La otra alternativa es que para Evo Morales la seguridad
jurídica no significa leyes estables, respeto a la propiedad privada y una
justicia imparcial y eficiente, sino algo así como que si estás con el gobierno
y no apoyás a la oposición te vamos a dar negocios y privilegios. En esa línea
debemos interpretar las repetidas advertencias de Evo Morales y Álvaro García
de no hacer política. Está “seguridad jurídica” propia de regímenes fascistas, ya
se aplica en el país para beneficio de algunos empresarios y muchos
funcionarios públicos.
Santa Cruz de la Sierra, 31/10/15
http://javierpaz01.blogspot.com/
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