lunes, 23 de diciembre de 2013

Adiós a Nelson Mandela

Javier Paz García
Nelson Mandela fue una de las pocas personas que antes de morir ya era un personaje mítico. Fue un abogado que combatió el apartheid, el sistema de segregación racial imperante en Sudáfrica hasta 1992, pasó 27 años en la cárcel, fue liberado en 1990 y en 1994 se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica.
Sudáfrica tuvo un sistema racista que imponía una serie de limitaciones y negaba los derechos políticos de los negros, que por cierto conformaban la mayoría de la población. Ante esta situación, los negros tenían todo el derecho a recurrir a la violencia en defensa de sus libertades. Muchos así lo hicieron, entre ellos Mandela, motivo por el cual fue condenado a cadena perpetua y cumplió 27 años en prisión. Sin lugar a dudas es mejor resolver los conflictos de manera no violenta, si ello es posible, pero el uso de la fuerza y la violencia es un instrumento legítimo de defensa cuando los gobernantes (o quienquiera que sea) violan ciertos derechos y libertades considerados inalienables. De hecho, uno de los más insignes liberales de todos los tiempos, John Locke, argumentaba en el siglo XVII que el rey debe servir al pueblo y que si el gobierno se transforma en un instrumento de opresión, pues el pueblo tiene todo el derecho de revelarse, derrocar a los gobernantes e instaurar otro gobierno, con el fin de restablecer las libertades individuales.
Mandela intentó, con plena justificación, acabar con la opresión de su gente mediante métodos violentos. Fracasó en el intento y pasó casi tres décadas de su vida en la cárcel. El mérito de Mandela, (al menos uno de ellos), fue que tras salir prisión y más aun durante su presidencia, teniendo motivos legítimos para sentir odios y resentimientos hace la minoría blanca y racista, llevó a cabo políticas conducentes hacia la paz y la reconciliación, políticas que restablezcan los derechos conculcados a las mayorías negras sin quitarle derechos a los blancos que habían sido sus opresores. En resumen, impulsó en su país uno de los paradigmas liberales: la igualdad ante la ley.
Nelson Mandela murió el 5 de diciembre de 2013. Por su visión de una sociedad sin racismo, por su capacidad de perdón, por su rechazo a perpetuarse en el poder, por su ejemplo, Madiba debe ser honrado y recordado. Que en paz descanse.
Santa Cruz de la Sierra, 08/12/13
http://javierpaz01.blogspot.com/


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