miércoles, 16 de marzo de 2011

¿Por qué Bolivia es un Estado fallido?

Javier Paz García
La principal función del Estado es la administración de justicia. Los hombres nos sometemos a cumplir ciertas normas para evitar el caos y la anarquía. Renunciamos a la ley de la selva para ser parte de un Estado de Derecho donde las leyes respondan a ciertos principios de equidad, libertad y derechos universales. Y es precisamente para mantener ese Estado de Derecho y hacer cumplir la ley que permitimos que el Estado tenga el monopolio de la fuerza. Los jueces, fiscales y policías por lo tanto no están para servir al Estado o al gobierno, sino para hacer cumplir la ley y resguardar los derechos de los ciudadanos. Cuando un país tiene un sistema judicial que protege los derechos de los ciudadanos, castiga a quienes violan la ley y pone límites al poder de los gobernantes entonces dicho Estado cumple su función principal y esa sociedad tiene mejores posibilidades de vivir en paz y prosperidad.
Bolivia tiene un sistema judicial totalmente corrompido, donde los jueces y fiscales son en buena parte agentes de extorsión y chantaje, donde la retardación de justicia nos exige la paciencia de Matusalén, donde ganan los juicios quienes tienen más dinero o influencias sin importar quién tiene la razón o la verdad. ¿O quién no conoce alguna historia de terror sobre la corrupción de los jueces y fiscales o la ha vivido en carne propia?
En la Policía Nacional la situación no es más alentadora. Sus miembros se asocian con narcotraficantes, criminales organizados y ladrones comunes para delinquir, robar y extorsionar a personas inocentes. Son tantas las denuncias y los hechos comprobados que alguien podría inferir que la Policía no es más que una banda criminal; la más grande y mejor organizada de Bolivia.
La corrupción del sistema judicial y de la Policía Nacional hace que estas instituciones pasen de protectoras y guardianes de la sociedad civil, a extorsionadoras. Hace que se diluya el Estado y pululen los maleantes y pandilleros, ladrones de cuello blanco y estafadores actuando con impunidad e incluso protección del Estado. Deja a la población indefensa ante la injusticia. Obliga a que la gente haga justicia con sus propias manos como es el caso de los linchamientos. Hace que el Estado se aplace todos los días en su asignatura más importante: la administración de justicia. Hace de Bolivia un Estado fallido.
Santa Cruz de la Sierra, 11/03/11
http://javierpaz01.blogspot.com/

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